por Joseph D. White, Ph.D.
La catequesis de la parroquia para los diferentes niveles puede convertirse en una experiencia más atractiva para las familias si se seleccionan textos de estudio que provean formas prácticas y creativas de involucrarlas y se usan programas que respondan a las necesidades de la familia moderna.
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Elijan textos de estudio para cada nivel enfocados en la familia, como por ejemplo, textos que tengan una sección entera dedicada a la familia en cada lección. Dicha sección debe incluir información sobre la enseñanza doctrinal que el niño ha recibido, información pedagógica sobre las características del aprendizaje de los niños a esa edad y catequesis para los padres con ideas prácticas para enseñar las verdades doctrinales en la familia. Las páginas de la sección deben estar perforadas de manera que se puedan enviar a la casa aun cuando el libro del estudiante se quede en la parroquia. También es bueno que los textos de estudio ofrezcan recursos en línea para la familia y ayudas para los tiempos familiares de oración.
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Permitan que los padres sirvan como voluntarios y ofrézcanles diferentes opciones para que escojan la que más les interesa. A veces los padres piensan que no pueden ayudar en el programa catequista porque no tienen un llamado o preparación formal, pero deben saber que pueden colaborar como asistentes en el salón de clases, servir en eventos especiales o dar charlas sobre temas importantes y en los que tengan experiencia. Por ejemplo, aquellos que ya sirven como ministros extraordinarios de la Santa Comunión pueden enseñar a los niños que se preparan para la Primera Comunión la manera adecuada de recibirla. De esta forma, el director o coordinador de educación religiosa se convierte más en un facilitador de voluntariado de adultos. Es importante entonces designar a una persona para desarrollar esta labor en la parroquia la cual se asegure de que los adultos reciben la formación que necesitan.
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Cuando sea posible, organicen las lecciones de manera que los niños de una misma familia pero de diferentes edades estudien los mismos temas durante los mismos tiempos del año. Esto facilita el aprendizaje en familia.
Brinden la oportunidad a las familias de participar en actividades intergeneracionales. Algunas parroquias piensan que un programa de catequesis intergeneracional es poco práctico e incluso imprudente, pero la verdad es que los eventos y las actividades de este tipo pueden enriquecer grandemente los programas tradicionales por niveles. Pueden, por ejemplo, añadir celebraciones para los días festivos del santo patrono de la parroquia, el Día de Todos los Santos, el Adviento y la Cuaresma. Para los niños que se preparan para los Sacramentos, pueden organizar retiros familiares con algunas actividades separadas para niños y adultos y otras en las que todos participen.